Los dos caminos

El ser humano es el animal mas destructivo de toda la historia del planeta tierra.
No le importa la existencia de los demás seres vivos (ni si quiera los de su especie) con tal de satisfacer sus necesidades.

La capacidad cognitiva del ser humano se basa en las experiencias, en la personalidad y en el entorno.

Compruebo día a día como muchos tenemos dos cerebros, a uno le llamamos la razón, y al otro le llamamos '' el corazón''

Con la razón obramos en base a nuestras experiencias, y tomamos las decisiones que creemos que serán las acertadas para una subsistencia conjunta de nuestra persona y nuestro entorno

Con ''el corazón'' obramos en base a nuestra personalidad, dejando de lado nuestro entorno y nuestras experiencias, imposibilitando muchas veces la existencia de otras formas de vida.

De esta forma, si ponemos como ejemplo el amor, yo lo considero un acto de razón y no de ''corazón''

Cuando tu te sientes atraído por una persona, despliegas la cola igual que lo haría un pavo real, dejando ver con claridad todas tus cualidades, para que la hembra compruebe todas tus cualidades, decidiendo si realmente tienes las cualidades que ella busca o no, y en el mejor de los casos consigues la reproducción.

Si realmente quieres a una persona, y por que no decirlo, estas enamorado de ella, las acciones que te planteas con esa persona las basas en la razón, ya que lo que buscas es que esa persona se sienta cómoda a tu lado, y basas tus acciones en la experiencia y en el entorno.Buscas palabras que consigan hacer feliz a la persona, acciones que le hagan sentirse protegido, útil para ti y para las personas que le rodean. Antepones tu propio bienestar al suyo, sin importarte realmente en que lugar quedes tú.

Pienso que esto último también es un fallo, un defecto exagerado de forma, ya que debería haber un equilibrio entre las dos partes para que esto fuera real y justo, y en el 90% de los casos no se respeta esta norma.

Muchas veces entramos en conflicto nosotros mismos, porque no sabemos lo que realmente sentimos, y eso da lugar a acciones que nos hacen separarnos de la gente que queremos, dándonos cuenta cuando ya no hay una solución basada ni en nuestra razón, ni en nuestro corazón, si no en el mejor de los casos, en la razón de el otro.