domingo, 31 de mayo de 2009

Momentos musicales

Tengo un cuaderno lleno de frases, de ideas, de sentimientos, que casi nadie ha podido ver y donde muy pocos afortunados (o desafortunados) han salido reflejados de alguna forma.

Admiro mucho a los valientes que son capaces de desnudar su alma por completo y compartirlo con el mundo.

No sé si algún día todo lo que llevo apuntando desde hace años saldrá a la luz, mientras tanto, compartiré las canciones que para mi no pasan de moda, y que hoy en día cobran mas sentido que nunca.

Revolver, Si no hubiera que correr




Si el camino fuera suave y si el cielo más azul
miraría al horizonte siempre como miras tú.
Si pudiera ir más despacio sin tropiezos ni traspiés.
Si el camino fuera suave si no hubiera que correr.

Pero es duro es salvaje y no tiene compasión
te disparan por la espalda aquí no existe honor.
He visto caer a gente sin poder mover un pie.
También vi como los fuertes no apostaban por su piel.

Y aunque fuera necesario no quisiera echar la hiel.
Si el camino fuera suave, si no hubiera que correr.

Ya estoy en ninguna parte ya no puedo regresar,
son ya muchos 30 años para poner marcha atrás.
He gastado en esta historia mi energía mi ilusión
masticando con firmeza que quizá lo que importa
no es jugar sino ganar.

Y aunque fuera necesario no quisiera echar la hiel.
Si el camino fuera suave, si no hubiera que correr.

El aliento del destino quizá sople sobre mí.
Rogaré a Dios que me indique que sendero he de seguir.
Porque seguiré adelante aunque tenga que volar
quizá venda hasta mi alma sólo por poder llegar.

Y aunque fuera necesario no quisiera echar la hiel.
Si el camino fuera suave, si no hubiera que correr

viernes, 29 de mayo de 2009

Realidad y Ficción

Anoche para coger el sueño, me puse una película.No buscaba nada que me entretuviera, así que simplemente me dediqué a darle al mando a distancia, hasta encontrar algo que no fuera un programa de ''teletienda'' un concurso, o la celebración del Barça.

La película trataba de un hombre que no dejaba de cometer errores con sus seres queridos y para apaciguar un poco el sentimiento de culpa, se dedicaba a hacer regalos cada vez que sabia que había hecho las cosas mal.
No parecía una película atractiva, pero conseguí mantener la consciencia hasta el final.

Bien, el cine es cine, y por supuesto, los entendidos dirían que cualquier parecido con la realidad sería pura coincidencia... pero si nos fijamos, mucha gente actúa así. Muchos de nosotros cometemos errores, y apaciguamos nuestra conciencia con detalles que sabemos que van a hacer el ''efecto tirita'' sobre la persona afectada.

Muchas veces, no nos damos cuenta de nuestro egoísmo, y no nos damos cuenta de que somos seres importantes para muchas personas, y que con actos de alejamiento y aproximación solo provocamos duda, inseguridad, dolor y rabia, pudiendo llegar hasta el odio.

Stan, así se llamaba el protagonista de la película, acabó dándose cuenta de sus errores y consiguió cambiar su forma de ser, encontrando un término medio entre su felicidad y la de sus seres queridos.

El cine es el cine, y tenia que tener un final feliz para dejar un buen sabor de boca en el paladar de los pocos valientes que pusimos la televisión a las 3 de la mañana.
Pero la realidad, es que en la vida hay veces q no podemos volver a rodar la misma escena.

jueves, 28 de mayo de 2009

La voz del silencio

El silencio es algo muy poco valorado.

Estamos acostumbrados a oír pasar un autobús, a gente caminar por las calles, a los amigos que se quedan tomando ''la penúltima'' o simplemente a no percibir extraño el sonido de una ambulancia o un coche de bomberos en mitad de la noche.

De vez en cuando necesitamos fundirnos con la naturaleza. Tumbarnos una tarde en el césped, y dejar que los movimientos terrestres regulen nuestra respiración, nuestro pulso, nuestra consciencia.

Cuando llegamos a ese estado REM, y solo cuando llegamos a ese estado, los problemas se disipan y en nuestra mente vuelve a resonar el eco de nuestras sensaciones. Afloran los verdaderos sentimientos en nuestro cuerpo, te viene a la mente lugares y momentos que querrías volver a vivir, en los que te sentías íntegro sin necesidad de fundirte con tu entorno.

Entonces comienzas a relacionar esos momentos con la maraña de pensamientos que no te dejan desconectar. Y vas viendo como poco a poco esa maraña va convirtiéndose en pequeños hilos, que separados serían imperceptibles y seguramente, no les prestaríamos atención.

Vas tratando uno a uno todo los hilos de la maraña y a la vez que te vas dando cuenta de la banalidad de estos. Te das cuenta de cosas como que es inevitable forzar las situaciones, porque en la vida todo fluye, y todo pasa por algo.

La mayoría de las cosas que nos pasan por la cabeza, y que no nos permiten descansar normalmente, no son mas que producto de buscar soluciones en vez de dejar fluir los momentos.

Muchas veces no sabemos apreciar los momentos y no sabemos prolongarlos en el tiempo, acostumbrando nuestra mente a las sirenas, al ruido de los autobuses... y no nos damos cuenta de que solo tenemos que acostumbrar nuestra mente a escuchar una sola voz.

martes, 26 de mayo de 2009

Momentos de Inflexión

Hoy he visto la felicidad reflejada en los ojos de una persona que quiero. Una mirada apagada últimamente que hoy se tornaba de todos los colores posibles.

No importa todo lo que haya detrás, él ha conseguido dejarlo todo a un lado y transmitir con claridad su felicidad y su gratitud.

En cierto modo envidio mucho a esa persona, porque es capaz de poner un muro entre su vida y sus problemas, y salir a la calle sin que apenas se le note todo lo que se le esta pasando por la cabeza.

No sé si será por la empatía que hemos podido llegar a tener, pero por unos instantes ha conseguido transmitirme todo lo que él sentía, y curiosamente ante la misma situación, yo no he conseguido llegar jamás a ese grado de satisfacción como hoy sintiendo su sueño. Paradójico, ¿verdad?.

El camino de regreso a casa me ha devuelto a mi realidad, una realidad un tanto translúcida ahora que he seguido tornando clara por unos instantes más para no perturbar su momento.

Y es que hay veces q es mejor una retirada a tiempo que una derrota, para no dañar a la gente que quieres, y sobre todo para no dañarte a ti mismo distanciando a esas personas de ti por tus reacciones.

Son cosas que vas aprendiendo: no dejar que la mayoría las personas vean tu verdadera cara, no mostrar tus sentimientos totalmente o recubrir tu corazón son gestos que hasta hace poco no era capaz de entender y que apena comenzar a entenderlos. Pero pienso que la gente no está preparada para un mundo sincero, y que muchos se aprovecharían de ello.

Estos momentos de inflexión van y vienen, nos hacen la vida un poco mas llevadera y nos dan oxigeno en los tramos que tenemos que caminar cuesta arriba, dejándote además un bonito recuerdo para contar cuando corran tiempos mejores.

Hoy brindo por esa persona, y por haberme regalado ese momento.

viernes, 22 de mayo de 2009

Reducción a lo absurdo

Hoy ha sido uno de los primeros días en los que he vuelto a creer en la sociedad.
Recogiendo a mi hermana de un cumpleaños, me he visto envuelto en una maraña de críos y papeles de regalo.
Curiosamente, todo se ha llevado a cabo en una casa como antaño, no en un moderno parque de recreación.

Otra de las cosas que me ha sorprendido es que mientras que los invitados al evento, traían objetos lujosos para cubrir al niño (videojuegos, ropa comprada en grandes almacenes, etc.) los padres, han obsequiado a su criatura con una colección de libros del Barco de Vapor.

Ha sido una escena cómica la verdad. Los padres de los niños con cara de circunstancia, los niños con cara de asco, los padres del homenajeado y yo aplaudiendo el regalo y este, por supuesto ha cogido el regalo, lo ha mirado y lo ha dejado caer encima de los demás ya que... tenia una dura tarea, le quedaban mas regalos que descubrir.

Y es que ya nos educan desde pequeños a no apreciar las cosas... y así luego pasa.
No solemos conformarnos con lo que tenemos, siempre buscamos tener algo nuevo que tenga su momento de gloria para después desecharlo con poco reparo.

Quizá los padres, a sabiendas que el niño iba a ser cubierto de objetos banales y con poco valor creativo, escogieron ese regalo para que el día de mañana él haga lo mismo con sus hijos, con el fin de no seguir creando mentes que busquen la felicidad cuantificando sus sensaciones.

Y mas allá de lo material, extrapolamos esa manera de actuar a muchos ámbitos de nuestra vida, y no somos capaces de conformarnos muchas veces con la infinidad de estímulos que esta nos ofrece.

Muchas personas siempre buscan sentirse como ese niño. Siempre desean ser el centro de atención; se sienten realizados recibiendo halagos y gestos que les hacen sentirse válidos, pero ... ¿Realmente les llenan los corazones?

Todos hemos sido en algún momento de nuestra vida ese niño, pero hasta Wendy comprendió que llegaría un momento en el que no podría volver a ''Nunca Jamás''

jueves, 21 de mayo de 2009

Gestión de Recursos

El chasquido de un mechero es lo único que perturba el silencio en estos momentos.
Un pequeño detalle que hace romper el silencio mientras transformo las ideas en palabras.

Y es que la vida es eso... esos pequeños detalles que no se olvidan.
Un abrazo en el momento mas inesperado, una sonrisa furtiva entre un tumulto de gente o un simple ''¿que tal estas?'' pueden ser de gran ayuda en momentos poco agraciados para una persona.

Pero no todos los detalles son buenos... ni mucho menos, aunque son mas fáciles de encontrar ¿cuantas veces hemos corrido al ascensor, a sabiendas que la puerta del portal se estaba abriendo? o... ¿Cuantas veces nos hemos hecho los ciegos para evitar tener que saludar a una persona con la que nos cruzamos? Podríamos sujetar la puerta, o afrontar que esa persona se va a cruzar, y que tendrás que saludarle, simplemente por educación en ambos casos.

Estos últimos, son de los que todos nos damos cuenta, y en los que todos nos basamos para crearnos una idea de la persona a grandes rasgos.

La vida esta llena de pequeñas cosas, y de millones de estímulos que dejamos pasar, que no dejamos que se metan en nuestra vida.

La sinceridad, la honestidad, y la valentía son rasgos muy difíciles de encontrar, de mantener y de llevar a cabo en muchas ocasiones...

Yo me quedo con los ojos de las personas, que dicen demasiado muchas veces. Me quedo las miradas congeladas por instantes entre la gente, con las sonrisas antes de saludarme, con los abrazos que despiden horas de conversación y con las caricias que se hacen por cariño, solamente por ver la cara de una persona, disfrutando.

Pero los detalles son fugaces, así que no podemos permitirnos el lujo de dejarlos escapar así como así... porque cualquier día, se cruzarán de acera para no saludarnos.

Ahora... la mayoría verá un post banal, con poco sentido, o simplemente aburrido... ¿qué ves tú?

miércoles, 20 de mayo de 2009

Tan frágil como relativo

La supervivencia no la consigue el mas fuerte, sino quien mejor sabe adaptarse al medio.
Aunque claro, un servidor no ha descubierto nada...

La vida es una continua adaptación al medio.
Desde que te levantas, tienes que tomar infinidad de decisiones: Cuando prepararte el café, cuando ducharte, que transporte coger para ir a trabajar, con quien relacionarte, en que emplear tu tiempo de ocio... Muchas están basadas en la rutina, pero otras muchas tienes que ir tomándolas sobre la marcha, algunas con poco tiempo para discurrir si es la acertada o no.

Y de todas estas decisiones, ¿a cuales se las considera importantes?
El cruzar o no cruzar una calle, el dejar sonar diez minutos mas el despertador, decirle a una persona cuanto la aprecias... pueden ser decisiones que cambien tu vida de repente, y que la compliquen mucho, o la simplifiquen mucho.

Paseando, hoy he visto como ella le decía a él que le amaba con todo su corazón... mientras que le devolvía un anillo y se alejaba llorando.
Impasible ante esa escena, el hombre, con alguna que otra cana ya, se ha quedado quieto, no era capaz de hacer ni un solo movimiento, hasta que ha roto a llorar mientras su camino se trazaba en dirección opuesta.

Mientras tanto yo, espectador casual de aquella escena, no podía dejar de pensar en todas las veces que he cogido el mismo camino que aquel hombre.

La historia que la pareja arrastraba... la desconozco, igual que desconozco la repercusión de muchas de las decisiones que tomo a lo largo del día.

Lo importante es saber rectificar a tiempo, y saber reconocer cuando una decisión es errónea, para así poder dejar el orgullo propio y el miedo a tomar nuevos caminos por los que andar.

Para mi, la decisión mas importante, es saber que puedo cambiar todas mis decisiones para hacer así, un mejor medio en el que vivir.

Bienvenidos a ''El Buscaminas''